Resiliencia, esa palabra tan de moda en la sociedad, esa nueva cualidad que resolverá todos nuestros males.
Resiliencia
¿Qué es la resiliencia? ¿Es el nuevo invento del siglo?
Parece que no, pero no por eso deja de ser una herramienta muy útil para enfrentar las situaciones difíciles de la vida y llevar una existencia más feliz.
¿Qué es la resiliencia?
Resiliencia es el término psicológico que se utiliza para nombrar a la entereza o la fuerza mental. La resiliencia es la fuerza interior que nos permite afrontar las situaciones difíciles de la vida y salir fortalecidas. No es una habilidad ni un talento, es un hábito porque consta de pensamiento, comportamientos y acciones que van encaminadas a lograr que vivamos más felices y plenas. Por ello, se tiene que desarrollar.
En consecuencia, creando los hábitos correctos tú también la puedes desarrollar por el resto de tu vida.
Ventajas de tener resiliencia
La fuerza mental es una habilidad multifacética que nos ayuda en muchos aspectos de la vida, razón por la que vale la pena desarrollar. Algunas de las ventajas son:
En conclusión, las personas resilientes son más felices porque saben gestionar muy bien sus emociones y recursos, apreciar lo que tienen y pedir ayudan cuando la necesitan.
¿Quieres aprender a ser resiliente? Sigue leyendo.
Cómo ser resiliente
La resiliencia no es una habilidad que se desarrolla de un día para otro, requiere tiempo, práctica y perseverancia.
Lo primero que debes hacer es establecer unas relaciones sólidas y que te aporten positividad y apoyo, dado que cuando tenemos un mínimo de interacciones sociales nos mantenemos más estables, nos permiten ver las cosas desde otra perspectiva y estarán allí en los momentos más duros.
Después debes aceptar que los cambios son parte de la vida. De hecho, muchas veces los cambios son para mejor, aunque en el presente no podamos verlo. Esto también te ayudará a tener perspectiva con los problemas cotidianos y a que no hagas una montaña por cuestiones que tienen fácil solución. preocúpate por lo importante y recuerda que los problemas son pasajeros.
El tercer punto es cultivar es la visión de las crisis vitales como una oportunidad para crecer. No son problemas insuperables, son etapas y como etapas terminarán. A fin de cuentas, como enfoques el problema definirá como lo afrontarás.
También es recomendable que desarrolles una visión optimista de ti misma y que te conozcas. Solo así sabrás de lo que eres capaz, lo única y especial que eres y te valorarás a ti misma. Si consigues eso serás capaz tomar decisiones sin tantas dudas y serás más feliz.
Por último, cuídate: cuando te sientas mal, permítete desahogarte. Duerme las horas necesarias, come balanceado y haz ejercicio con regularidad.
Si sigues estos consejos y eres constante lograrás tener una vida más alegre y estable.
Crea tu rutina de ejercicio
La resiliencia es un estado y para conseguirlo una de las bases es incorporar una rutina de ejercicios.